Sábado,
Diciembre 8
EL MESIAS PARA LOS MAGOS
“Después de nacer Jesús en Belén de
Judea, en tiempos del rey Herodes, he aquí, unos magos del oriente llegaron a
Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos
que ha nacido?” -Mateo 2:1-2 – NVI
A
diferencia de Lucas, Mateo no nos dice acerca de los pastores viniendo a
visitar a Jesús en el establo. Su
enfoque inmediato es en los extranjeros viniendo desde el oriente a adorar a
Jesús.
Mateo nos presenta al principio y
final de su evangelio a un Jesús como el Mesías universal para todas las
naciones, no solo para los judíos.
Aquí los primeros adoradores son una
corte de magos, astrólogos o sabios que venían del oriente – Quizas de
Babilonia. Ellos eran gentiles. Impuros.
Y al final del evangelio de Mateo
las últimas palabras de Jesús son: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo
y en la tierra. Por tanto vayan y hagan discípulos en todas las naciones”.
Esto no solo abrió la puerta a los
gentiles para que se regocijáran en el Mesías, si no que también añadio a la
evidencia de que El era el Mesías. Una de las profecías que se repiten una y
otra vez es que de hecho, las naciones y los reyes vendrían a El como al Rey
del mundo.
Por ejemplo, Isaías 60:3, “Y
acudirán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer”. De esta manera Mateo valída que Jesús es el
Mesías –El rey, el cumplidor de la promesa- Para todas las naciones, no solo
para Israel.